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        Arcoíris de energía atraviesan Asia Central

        Autores: Ma Liwenbo (China) y Nurmamedov Yusup Rustamovich (Turkmenistán)

        En Darvaza, en el desierto Karakum de Turkmenistán, un turista pregunta a la gente del lugar cómo llegar a la “Puerta del Infierno”. Se dice que es un paisaje muy singular.

        —Lo siento, la “Puerta del Infierno” está cerrada. Ahora solo conocemos la “Tierra de la Felicidad”— responde con orgullo un habitante de la región.

        Dicha “Tierra de la Felicidad” se refiere al yacimiento gasífero en la margen derecha del río Amu Daria: la fuente de gas natural del proyecto de gasoducto China-Asia Central.


        La planta de procesamiento de gas natural No.1, el principal proyecto de la primera fase, en la margen derecha del río Amu Daria

        La Tierra de la Felicidad

        Aunque Turkmenistán no tiene acceso al mar, sus reservas de gas natural ocupan el cuarto lugar en el mundo y es conocido como el país del “oro azul”. Por mucho tiempo, los residentes de Turkmenistán podían usar gratis el gas y algunas personas nunca apagaban la estufa de la cocina para ahorrarse el dinero de los fósforos, toda una “maravilla”.

        Los campos de gas natural de Turkmenistán se caracterizan por su alta presión, alto rendimiento, alta temperatura, alto contenido de azufre, alto dióxido de carbono y su agua altamente mineralizada. Desarrollarlos ha sido un difícil reto de clase mundial. Algunos han descrito vívidamente excavar pozos en Turkmenistán como “bailar en el filo del cuchillo y cantar ente las ardientes llamas”. Por ende, aunque Turkmenistán haya poseído el “oro azul” durante mucho tiempo, ha sido muy difícil convertir las ventajas de sus recursos en ventajas de desarrollo. Antes de que las compañías chinas implementaran el proyecto de exploración y desarrollo en la margen derecha del río Amu Daria, la tasa de éxito de perforación en el área era de solo 29,9%, y era denominada “zona de restricción a la perforación”.

        La legendaria “Puerta del Infierno” es un cráter ardiente de gas natural, de 69 metros de diámetro y 30 metros de profundidad, cuya temperatura interior puede alcanzar los 1.000 ℃. En el inmenso cráter, que ha ardido por 48 años desde su hundimiento, el gas natural de un valor anual de mil millones de dólares estadounidenses se esfuma en el aire. El paisaje único a los ojos de los visitantes es en realidad la enorme cicatriz que dejó una explosión accidental durante la perforación. En la margen derecha del río Amu Daria, en el este de Turkmenistán, también hay “hoyos de fuego”, “pozos de agua” y “socavones” que dejaron los fallidos intentos de exploración anteriores. Cada uno de los espectaculares cráteres de gas ha sido testigo del difícil proceso de desarrollo de gas natural en la zona.


        La “Puerta del Infierno” en Turkmenistán

        La llameante “Puerta del Infierno” no va a rugir eternamente, así como la “zona de restricción a la perforación” no permanecerá inexpugnable por siempre.

        Mediante las consultas y esfuerzos conjuntos de los Gobiernos de China, Kazajistán, Uzbekistán y Turkmenistán, se firmó oficialmente el proyecto de gasoducto transfronterizo, que no solo ha activado los campos gasíferos de Turkmenistán, sino que también ha generado más valor para los países a lo largo del ducto.

        En la actualidad, la primera fase del campo de gas Galkynysh y la segunda fase del proyecto de la margen derecha del río Amu Daria, contratados por China National Petroleum Corporation (CNPC), se han completado y puesto en funcionamiento sucesivamente. Turkmenistán ha formado un excelente esquema para el suministro simultáneo de gas desde tres campos de gas: la margen derecha del río Amu Daria, el campo Mary-Uchaji, y el campo Galkynysh. Después de que la línea A del Gasoducto China-Asia Central comenzó su operación, una a una las líneas B y C se construyeron y entraron en funcionamiento paralelamente. La llegada de los constructores chinos le ha cambiado completamente la cara a la zona de restricción a la perforación, y la tasa de éxito de perforación ha aumentado de menos del 30% al 100%, lo que ha sorprendido al mundo.


        Monumento conmemorativo en el kilómetro cero del gasoducto Turkmenistán-China

        En la actualidad, el presidente de Turkmenistán, Gurbanguly Berdimuhamedow, designó personalmente al área del contrato en la margen derecha del Amu Daria como “Bagtiyarlyk”, que significa “Tierra de la Felicidad”. El Proyecto del Gasoducto China-Asia Central ha abierto los canales de exportación y venta para el “oro azul” de Turkmenistán. El gas natural de la “tierra de la felicidad” viaja a través del oleoducto atravesando Uzbekistán y Kazajistán para entrar a China, suministrando continuamente combustible limpio a 500 millones de personas a lo largo de la ruta. Mediante la cooperación con el proyecto de gasoducto de China, los países de Asia Central han ingresado al enorme mercado energético chino y han percibido más de 40 mil millones de dólares de ingresos en divisas. Impulsado por el comercio de gas natural, el volumen de comercio entre China y Turkmenistán ha aumentado más de 1.800 veces desde que las dos naciones establecieron relaciones diplomáticas. China se ha mantenido como el mayor socio comercial de Turkmenistán durante ocho años consecutivos.

        Para conmemorar el inicio de operaciones del Gasoducto China-Asia Central, Turkmenistán cambió el Día de los Trabajadores del Petróleo al 14 de diciembre de cada año, día en el que el gasoducto entró en funcionamiento oficialmente.

        La audaz e ingeniosa velocidad china

        “En realidad no esperaba que la planta de procesamiento se construyera tan rápido. Con tantos equipos y aparatos instalados en poco más de un año, la cantidad de trabajo que han realizado es enorme y las dificultades que han superado son inimaginables. ¡Agradezco enormemente a los diligentes constructores de CNPC!”.

        Esto fue lo que les manifestó el presidente Berdimuhamedow a los trabajadores petroleros chinos en la víspera de la finalización del proyecto, cuando realizó un viaje especial para inspeccionar la planta de procesamiento de gas natural No.1 de Amu Daria.

        Las palabras del presidente no son solo de cortesía.

        Cuando comenzó el proyecto, las duras condiciones naturales que enfrentaron los constructores chinos excedieron su imaginación: “Básicamente nos transportábamos a pie, hablábamos a gritos, nos dábamos a entender a señas y no había seguridad”, alguien recuerda riendo.

        Aquellos no eran los mayores retos. Para garantizar que el ducto transportara el gas a tiempo, había que completar en 18 meses una serie de proyectos del sistema, incluyendo 28 pozos, los ductos principales de recolección y transporte de 90 kilómetros y la planta de tratamiento No. 1 de la primera fase del proyecto de la margen derecha del Amu Daria, para así alcanzar una capacidad de producción de 5 mil millones de metros cúbicos de gas comercializable.

        Parecía una tarea imposible teniendo en cuenta las condiciones climáticas del lugar, donde la temperatura puede alcanzar los 50 ℃ en verano y disminuir a -30 ℃ en invierno.

        Pero los trabajadores chinos no se rinden ante las adversidades.

        En la margen derecha del Amu Daria, el equipo de investigación técnica de CNPC despertó en solo 98 días al campo de gas Samandepe, que había sido cerrado y sellado en 1993. Apoyándose en la innovación tecnológica y la dedicación, la velocidad de soldadura de los ductos se incrementó casi al doble, y los trabajadores pudieron continuar la construcción sin problemas en temperaturas de -40 ℃.

        De esta manera, la compañía china no solo completó la tarea a tiempo, sino que también estableció ocho nuevas plusmarcas de perforación en Turkmenistán, incluyendo el pozo que más rápido fue perforado, en tan solo 34 días.

        En un árido desierto, los constructores chinos completaron un sistema de gasoducto de gas natural de la nada. Según los cálculos, el volumen de transporte de material de solo el proyecto es equivalente a la suma total del volumen de descarga en 15 años de la estación de tren de la margen derecha del Amu Daria.

        La finalización del oleoducto ha aumentado en gran medida la capacidad de exportación de gas natural de Turkmenistán y ha traído enormes beneficios a su pueblo. Desde que empezó a utilizar el Gasoducto China-Asia Central, las exportaciones de gas natural de Turkmenistán no han dejado de aumentar, y ahora su producción de gas natural ha retornado a cerca del 80% de su nivel más alto en la década de 1980.

        Lazos emocionales en la Franja y la Ruta

        La buena vida de las personas no se limita a la economía.

        La larga construcción del gasoducto ha arrojado resultados tanto económicos como espirituales, tales como el amor, la amistad y el afecto.

        Aquí, hay dos hermanos llamados Yidai (que en chino significa “una Franja”) e Yilu (que significa “una Ruta”). Son un par de gemelos de raza mixta. El hermano mayor tiene cabello negro y ojos negros, se parece a su padre y se llama Chen Yidai; el menor, Chen Yilu, tiene cabello rubio y ojos azules, y se parece a su madre, quien es de etnia rusa.


        Yidai, Yilu y sus padres

        Los padres de Chen Yidai y Chen Yilu se conocieron y se enamoraron justamente en este gasoducto. El papá, Chen Kuan, es chef en la estación de gas de CNPC al norte de Uzbekistán; la mamá, Azafiya, es mesera en el comedor del personal de la estación.

        La construcción del gasoducto no solo conectó el suministro de gas natural de sus respectivos países, sino que también permitió que germinara el amor entre los dos jóvenes y se unieran en un maravilloso matrimonio transnacional.

        Ahora, el nacimiento de los gemelos ha llenado a Chen Kuan y Azafiya de esperanza para una vida mejor en el futuro.

        Nombraron a sus hijos Yidai e Yilu, con la ilusión de que los niños puedan seguir el ejemplo de los estrechos vínculos y cooperación sincera entre varios países, y así quererse y ayudarse mutuamente en el camino de la vida hacia la felicidad.

        Las historias como esta, sobre lazos afectivos, no terminan aquí. Además de Yidai e Yilu, está la también conocidísima historia de la “familia” Li.

        Esta es la historia de un grupo de colegas, todos de apellido Li. La mayoría de ellos trabaja en la planta de procesamiento de gas natural en la margen derecha del Amu Daria. Son conocidos como la “familia” Li, aunque todos son turkmenos.

        Por ejemplo, Li Gaoshan, subdirector de la planta de procesamiento de gas natural No.1, en realidad se llama Yousup. Su fluido dialecto de Sichuan con acento turkmeno a menudo arranca las carcajadas de sus colegas chinos.

        Li Dahai, subdirector de la planta de procesamiento de gas natural No.2, también es un auténtico turkmeno...

        Se les llama la “familia” Li porque todos han estudiado con el chino Li Gaochao, el ingeniero jefe del proceso de producción de gas de la compañía del río Amu Daria.

        Las habilidades del maestro Li son incomparables. Todos lo admiran y el maestro Li también otorga gran importancia a estos discípulos extranjeros. Ha compartido sin reservas toda su experiencia con los empleados locales y les ha enseñado todo tipo de habilidades para la producción de gas natural: desde la inspección de instrumentos y medidores hasta la operación de varias clases de equipos, desde el funcionamiento rutinario hasta el manejo de emergencias, desde la producción de gas hasta la operación de equipos de purificación.

        Ahora, todos los 138 jefes de equipo de la línea de producción del proyecto Amu Daria son técnicos de Turkmenistán, y estos maestros a su vez han comenzado a instruir a un gran número de aprendices turkmenos.

        Según las estadísticas, a lo largo de los años la compañía CNPC Amu Daria ha capacitado a más de 8.200 trabajadores locales, y más de 100 empleados locales han tomado puestos de gerencia media en la compañía.

        El proyecto de ingeniería lleno de desafíos deja no solo la infraestructura, sino también tecnología, talento y, por supuesto, cultura y las maravillosas experiencias que acompañan al proceso de intercambio cultural.

        “La dificultad de este proyecto radica no solo en los desafíos técnicos, sino también en el intercambio cultural. Aunque tenemos diferencias culturales, compartimos la misma naturaleza humana, así como también el objetivo de construir el gasoducto”, observó acertadamente un gerente alemán involucrado en la construcción del gasoducto.

        En efecto, los ductos entre Asia Central y China se erigen como hermosos arcoíris y brillan como fulgores centelleantes.

        Con la extensión de los gasoductos, la amistad de los pueblos a lo largo de la ruta se afianza cada vez más, y el camino de la felicidad también se prolonga sin cesar hacia el futuro.

        Más

        Reseña del proyecto

        Compuesto por tres líneas: A, B y C, el proyecto de gasoducto de Asia Central es construido y operado conjuntamente por Sino-Pipeline International Company Limited y los países a lo largo de las rutas.

        El proyecto ha aumentado las fuentes de ingresos fiscales para los países a lo largo de la ruta, ha impulsado el desarrollo de la construcción, servicios petroleros, el negocio de operación de ductos, proveedores de variedad de bienes y servicios, entre otras industrias a lo largo de la ruta, creando considerables beneficios económicos. Los gasoductos de Asia Central no solo han promovido en gran medida la cooperación en materia de petróleo y gas entre China y muchos otros países, sino que también han promovido aún más los intercambios económicos y comerciales en otros campos.

        Para fines de 2019, el proyecto del gasoducto de Asia Central ha generado más de 2.400 empleos a largo plazo para los países a lo largo de la ruta, y creó más de 20.000 empleos temporales durante el periodo pico de su construcción. Sino-Pipeline International Company Limited se compromete activamente con proyectos de bienestar público y ha mejorado la infraestructura de las comunidades a lo largo de las rutas. La compañía presta especial atención al impacto ambiental de la construcción y operación de los ductos, y se une a las compañías de construcción, los organismos de supervisión y a las comunidades a lo largo de las rutas para tomar medidas efectivas y proteger conjuntamente el medio ambiente.